Siguiendo los pasos al jardín del edén.

lunes, 19 de octubre de 2015

Tengo mariposas en el cuerpo y una copia de tus cicatrices.

Silencio.
Orgullo herido.
Perderme hasta que me eches de menos.
Encontrarte en mis cuadernos.
Desdibujar tu cara con otros besos.
Soledad, de esa que duele más acompañada.
Viajar por tus lunares hasta la curva más bonita; tu sonrisa.
Sacarte de aquí.
Huir.
Traspiés y me detengo.
Te busco de nuevo en otros brazos.
Te veo.
Tiemblo.
Sollozo y por fin respiro.
Tengo ganas de besarte.
Me contengo.
Madrid no es buen lugar para escapar.
Te veo en parejas que se quieren.
Te veo en mi casa cuando llueve.
Te sueño.
Miedo a esperarte y a la oscuridad.
Dejo de suponer que volverás.
Madrid es un buen lugar para olvidar.
Y como en un suspiro... supongo que te olvidé.
Miedo a ser feliz.
Cosquilleo.
Nostalgia, ceniza en la cama.
Te escribo y no me salen las palabras.
De nuevo agujero.
De nuevo húmedo.
De nuevo sin luz.
Por culpa de la poesía.
Cadenas y candado.
Caparazón.
Un para siempre desde mi boca hasta tu ombligo.
Aunque tengamos que aprender a ser amigos.
No siempre las cosas son como deben ser.
Yo aprendí a perder.
A ti te quedan aún primaveras que prender.
Ojalá seas feliz.
Envidio tu entereza.
Me gustaría que todo esto fuera una mentira.
Por suerte tengo amigas que me salvan el pellejo.
Voy a partirme en dos, voy a decirte "Adiós".
Ahora importo yo.
A veces pienso que no lo dimos todo en el intento de ganarle la partida al miedo.
He sido idiota.
Pude hacerlo mejor pero me faltó tu aliento.
No quiero que te quedes, no quiero que me dejes.
Follar hasta que se fastidie el pliegue de un colchón.
Borrándote de mí solo conseguí echarte de menos.
Tuve mucho miedo.
Me enfadé conmigo misma.
Dudando si volver a verte me estrellé contra el destino.
No es una tregua, es un encuentro.
A pesar de las heridas volvería hacerlo.
Esto es lo que siento.
Me jode, pero te quiero.
Todo lo que nunca hice bien te lo confieso en estos versos.




Ojeda, Ramiro y yo.