Siguiendo los pasos al jardín del edén.

sábado, 2 de julio de 2011

Quizás...

Mil momentos. Y otros mil más.
Recuerdos, ilusiones, sueños, planes, proyectos.

Pero la vida, sorprendente, tiene preparado otra cosa. Y comienza el forcejeo. No queremos aceptar lo que sucede. Necesitamos encontrar una solución, y que todo salga como lo previsto. Sí, odiamos que se rompan ilusiones. No, no estamos dispuestos a sufrir.
Nada es fácil, no se pueden controlar las casualidades. Y la vida es algo que sucede por casualidad. Incluso la muerte es una casualidad. Pero tú quieres seguir luchando, y sigue el forcejeo, cada vez es más fuerte... sientes que vas perdiendo. No te preocupes, no llores. No tengas miedo. A veces, para poder vivir de verdad, para llegar a sentir el corazón en la garganta impidiéndonos hablar, para poder lograr lo que realmente es bueno para nosotros, para amar algo con todas nuestras fuerzas hasta el último aliento, para sonreír ante tanta ironía, a veces, solo a veces, necesitamos que nos sea arrebatado algún que otro sueño.

Y entonces llegas ahí arriba.
Vida. Maravilloso vaivén. Inesperado frenesí.

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