Siguiendo los pasos al jardín del edén.

miércoles, 28 de enero de 2015

En ocasiones la respuesta es la salida.

Sería injusto pensar que yo lo hice todo bien
o que nunca llevé dragones hasta el pecho,
que por mucho que queramos
nadie es del todo inocente en una guerra.

Fui yo quien tuvo que entender entonces
que a veces hay tanto miedo, tanta duda,
tanto pasado, tanta herida,
que es imposible rebobinar y limpiarlo del todo.
Que a veces, llegados a un punto,
todo es mochila, todo es navaja,
todo es traducido al idioma del rencor
y yo fui incapaz de perdonarle los muros.
Él sí, y fue una gran lección.

Supongo que se podría resumir en tres frases:

Nunca pudo ser.
Si tenías la seguridad te faltaba la ocasión.
Si tenías la ocasión te faltaba la seguridad.

Así que no hubo otra puerta que fabricar una despedida.

Marwan.




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